4000 islas no son nada 6


Para empezar el post con buen pie aclararemos que no vimos, ni de lejos, 4.000 islas. Tampoco estamos muy seguros que haya esta cantidad de islas, pero claro, todo depende de si contamos cada mínima porción de tierra que sobresale del agua o sólo las islas donde uno puede estar de pie.

Nosotros vimos unas 5 de estas islas disfrutando lentamente de las aguas del Mekong en el sur de Laos, que se separan en muchísimos ramales formando esta región de pequeñas islas. En una mañana tienes suficiente para ver Don Det, donde nos alojábamos, o Don Khon, la isla vecina.

Atardecer Mekong

Atardecer desde el bungalow, Don Det

En las islas, además, se dan curiosas situaciones. La vida es, si cabe, más tranquila que en tierra firme. El Mekong es la vida de las gentes que vive en las islas. No hay cajeros automáticos ni muchas de las comodidades que si se pueden encontrar en tierra firme pero, quién quiere esas comodidades? Llegando a Don Det lo único que necesitas es un pequeño lugar donde dormir y una hamaca con vistas a la puesta de sol sobre el Mekong y eso desde luego es muy fácil de conseguir.

Cuidao! Vaya puente más fiable

Cuidao! Vaya puente más fiable

 

Kayak

Aprovechamos que ibamos a estar bastantes días para contratar un día entero de Kayak. Es una excursión muy agradable en la que pese a algun incidente con el Kayak, disfrutamos muchísimo del frescor del Mekong, de sus enormes cataratas y de los campos, secos en Marzo, que se extienden por las fértiles tierras.

Preparando la comida el día del kayak

Preparando la comida para los kayakeros

Una de las cataratas que vimos se enorgullece de ser la más caudalosa del sudeste asiático y su rugido es ensordecedor. Al ir con una excursión organizada no pudimos disfrutar todo lo que hubíesemos querido de esta cascada pero valió la pena contratar la excursion. Además, quién quiere jugársela con un Kayak en las aguas que separan Camboya de Laos?

Khone Phapheng, la catarata más caudalosa del sudeste asiático

Khone Phapheng, la catarata más caudalosa del sudeste asiático

Nos acercamos también a la frontera para tratar de ver delfines de río. No teníamos ninguna esperanza de verlos, y menos después de las experiencias de gente con la que no cruzamos. El propio guía nos lo dijo: “Intentaremos ver delfines y si no hay delfines a la cascada…” Sí que los hubo, costó, pero al final pudimos ver entre 4 y 6 delfines en la zona de Camboya.

Tubing

En nuestro último día en Don Det coincidimos con Mònica y Jordi, una pareja de Valencia que conocimos en Thabarwa Center, Myanmar. Aprovechamos para probar el Tubing: bajar por el río flotando tranquilamente sobre un neumático inflado. Aunque en un inicio no queríamos probarlo, se nos ocurrió la idea de hacerlo en cuanto llegamos a Don Det y la verdad es que lo disfrutamos mucho y la casualidad quiso que en buena compañía!

Frontera Laos – Camboya

Habíamos leído muchos blogs y oído muchas historias acerca de la famosa frontera sur Laos con Camboya. Famosa por qué? Por su grandísima corrupción y por ser un timo al turista de los que indignan. La cosa, según las historias oídas, funciona así: llegas al check-post de Laos para que te pongan el sello de salida del país. Allí ya está el primer timo: te piden 2$ para salir. Si no sabes nada, los pagas y continuas felizmente tu camino hacia el check-post camboyano, pero por el camino te asalta un hombre vestido con bata de médico diciendo que has de pasar un control médico, un servicio de cuarentena, que cuesta otros 2$ más. Nuevamente tu, viajero inocente, confías y pagas. Llegas a check-post y te hacen pagar el precio de la visa, más su propina, que suele ser de 5$. Con lo cual, sin darte cuenta te han sacado 9$ en menos de 10 minutos. Genial! Cada uno tiene su parte.

Nosotros super advertidos e incluso con cierto temor, ibamos bien preparados. Y aquí va nuestra versión. Llegamos a tierra firme (Ban Nakasang) y cogimos un tuk-tuk hacia la frontera. El hombre nos dejó a 5 minutos andando porque dijo que los propios policías le pedirían que pagase por llevarnos hasta allí. Empezamos bien!

Distancia a la que nos dejó el tuk-tuk en la frontera para no tener que pagar al policía por llevarnos

Distancia a la que nos dejó el tuk-tuk en la frontera para no tener que pagar al policía por llevarnos

Con una gran sonrisa, y siendo los primeros del día, nos abre la ventanilla una funcionaria con aspecto de “niña buena”, a lo que Roser piensa “esta no nos pide nada”. Nos coge los pasaportes y muy flojito nos dice “tenéis que pagar 2$ cada uno”, “tenemos el dinero justo para el visado, y sólo nos quedan 4000 kips (0,40€)”, le respondemos mientras le enseñamos la cartera vacía. Con mala cara, acepta no darle el soborno y nos pone el sello de salida del país a disgusto. Primer obstáculo superado!

Seguimos nuestro camino hacia el check-post camboyano, a lo lejos ya podemos ver el “Quaratine Service”. No hay nadie con bata y probablemente al ser los primeros del día ni se esfuerzan en asaltarnos. Así que otro obstáculo superado!

Solicitamos la visa y nos piden 35$ a cada uno. Nos quedamos descolocados, en todos los blogs habíamos leído que eran 20$. Se lo dicemos, y nos dicen que no, muy secos. De acuerdo… pagamos! Ahí ya tenemos la mosca detrás de la oreja. Con la pegatina puesta y ya pagado, te dicen, con toda la desfachatez del mundo, que vayas a ponerte el sello y que “no le pages nada a nadie”. Más tarde nos enteramos que el precio oficial era de 30$, con lo cual nos sacaron 5$ de más a cada uno… No salimos tan mal parados!

Adiós Laos! Paseo en bici por Don Det

Adiós Laos! Paseo en bici por Don Det


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