Ayutthaya y Lopburi: ruinas y monos 2

Ayutthaya y Lopburi son dos ciudades que se encuentran muy cerca de Bangkok. Son muchos las que visitan las dos ciudades en excursiones desde la capital porque se pueden visitar en un solo día. Nosotros decidimos tomárnoslo con más calma y incluirlas en nuestro itinerario de camino a Kanchanaburi.

AYUTTHAYA

A dos horas en tren de Bangkok se encuentra Ayutthaya, una ciudad conocida por sus templos en ruinas con más de 400 años. Tiene más de 36 distribuidos en la parte antigua de la ciudad. La mayoría de templos no ofrecen mucho a parte de lo que un día fueron. Eso no significa que no sean bonitos o que no merezca la pena pasearse por ellos, pero ninguno de los templos conserva pinturas o frescos y en muchos de ellos las estatuas se encuentran también bastante deterioradas.

Figuras de buda muy deterioradas en uno de los templos

Los templos se encuentran muy cerca unos de otros y sólo unos pocos están fuera del recinto de la ciudad. No es que la ciudad se encuentre amurallada, pero la zona de los templos está encerrada en una pequeña isla fluvial.

Templo de Chaiwatthanaram

En cuanto al alojamiento, la gran parte se encuentra lejos de los templos y el calor en Ayutthaya aprieta mucho así que la mejor opción es conseguir un medio de transporte que no sean las propias piernas. Como en el resto de sitios que hemos visitado se puede conseguir una moto por unos 200 THB (unos 5€) o se puede optar por un tuk-tuk que nos hará la ruta por los templos más importantes. Nosotros optamos por la bicicleta y por lo que debía ser un agradable paseo.

Nuestras bicicletas

No es que no lo fuese, pero fuera del conjunto más grande de templos, la ciudad no está preparada para las bicicletas y resulta peligroso porque hay que ir por la carretera. Todo el conjunto de los templos sin embargo dispone de carriles bici o de parques por los que se puede ir casi maravillosamente (con permiso de algunos baches).

Tipica estampa de Wat Yai Chai Mongkhon

Para entrar a las ruinas de los templos hay que pagar, excepto para ver el gran Buda reclinado de cemento, una entrada de 50THB. La verdad es que es un precio que resulta excesivo y no sólo porque a poco que pagues en los 7 u 8 templos más importantes acabes con los bolsillos considerablemente vacíos. La entrada al templo no te permite ver nada que no veas desde fuera. Puedes pasear más de cerca por las ruinas o por las pagodas, pero en la mayoría de casos no se puede entrar al interior de las ruinas y todo lo que se va a ver ya se ha visto antes de entrar. En la mayoría de ellos además es posible entrar sin pagar la entrada porque no hay ningún control y las casetas para sacar los tiquets se encuentran únicamente en uno de los diversos accesos. Accesos que están abiertos y desatendidos y que depende desde donde llegues al templo encuentras antes que la propia entrada principal.

Cabeza de Buda entre las raíces

Los templos que más nos gustaron fueron Wat Yai Chai Mongkhon, donde se encuentra la típica estampa de budas con la túnica naranja en hilera; Wat Maha That, con la famosa imagen de la cabeza de buda enredada entre las raíces de un árbol y Wat Chaiwatthanaram de los mejor conservados.

Templo de Phra Sri Sanphet

No sólo de templos vive el hombre, o la mujer, así que aprovechamos que teníamos las bicicletas y nos acercamos al mercado flotante de Ayutthaya. Pasamos un muy buen rato disfrutando de los puestecitos sobre el río y de un espectáculo con el que topamos por casualidad. Nos lo pasamos en grande aunque era en tailandés y tuvimos que imaginarnos las conversaciones. 🙂

Espectaculo en el mercado flotante de Ayutthaya

LOPBURI

Si pensábamos que Varanasi u otras ciudades de la India o Nepal eran ciudades con muchos monos es porque todavía no habíamos estado en Lopburi. En esta ciudad los monos han dejado de ser algo gracioso para convertirse en un verdadero problema y nosotros pasamos gran parte de nuestro día en Lopburi entretenidos con ellos.

Monos destrozando un coche aparcado

Lopburi tiene 3 templos y un museo que ofrecer a los visitantes, en sus tiempos se alojó aquí una residencia diplomática para los visitantes a Tailandia, pero ahora está en ruinas y ciertamente no tiene ningún interés visitar lo que queda de las casas de los diplomáticos. Lo que si que tiene cierto interés son los diversos templos que hay por la ciudad y que son propiedad exclusiva de los monos. No sólo por derecho propio, también por la concesión voluntaria de los Tailandeses que los alimentan.

Mono ventilandose un yogur

En esta ciudad los monos invaden las calles, se suben a las pickup mientras estas esperan en los semáforos y destrozan los coches que hay aparcados sin ningún miramiento. Cuando llegó la noche vimos como invadían las carreteras y los coches pitaban y maniobraban para esquivar a los monos. No temen por su vida!

Roser más pendiente del mono que del templo

El momento más gracioso fue quizás el momento de la comida. Varios tailandeses, se acercaron para ofrecer maiz, yogures líquidos e incluso polines a los primates. Es super gracioso ver como abren los envases y se beben los yogures o se comen los helados. Gracioso hasta que te atacan. Cuidado si lleváis gafas de sol, si tenéis el pelo largo o incluso si teneis mochila. A Roser mientras observaba como atacaban a un extranjero se le subió un mono encima y le intentó abrir la mochila. Y no fue el único ataque del día. Los palos parece que son lo único que les asusta!

Las casas de los diplomáticos