Chiang Mai y Chiang Rai, hermanas de sangre


Chiang Mai es conocida por ser la capital del norte, la Perla Rosa, y por lo que otros viajeros nos explicaron era una ciudad magnífica que les había encantado. No sabemos porqué pero nosotros no supimos encontrar esa belleza. El centro turístico está lleno de bares, hoteles y prostitución igual que Kanchanaburi. Entro los distintos bares y hoteles, aparecen diversos templos bastante bonitos que muestran el esplendor que un día tuvo.
Para llegar a Chiang Mai decidimos hacer autoestop desde Pai. Nos costó un poco ya que al ser tan turístico nadie nos quería parar. Una mujer nos hizo este cartel y al poco rato nos paró ni más ni menos que la Policia Real de Tailandia para llevarnos 90 km!

Autoestop en Pai para ir a Chiang Mai, nunca sabremos qué pone realmente en el cartel!

Autoestop en Pai para ir a Chiang Mai, nunca sabremos qué pone realmente en el cartel!

Chiang Mai es una gran ciudad, con una importante muestra de la cultura tailandesa y el budismo sin perder por ello todas las comodidades europeas. Nosotros no supimos verle ningún encanto especial y aprovechamos para ver los alrededores antes de seguir camino a Chiang Rai.

Detalle templo, Chiang Mai

Detalle templo, Chiang Mai

El Grand Canyon

Al estilo del gran “Cañón del Colorado” pero en pequeño, muy pequeño, tiene su encanto y además puedes bañarte. Nosotros no teníamos ni idea, pero aun así aprovechamos para refrescarnos y pasar una mañana agradable intentando hacer equilibrios sobre una balsa de bambú.

Super Gran Cañón

Super Gran Cañón

La Universidad de Chiang Mai

Otra de las cosas que nos hacía ilusión ver fue la Chiang Mai University, un gran campus que nos recordó a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), una pequeña ciudad con mucha vida. Esta universidad tiene aulas muy bien equipadas con ordenadores y pizarras electrónicas, autobuses eléctricos, un gimnasio enorme y un estadio con pista de atletismo al estilo americano. Para rememorar nuestros tiempos universitarios nos fuimos a comer a la cantina de la facultad Humanidades. Comimos maravillosamente bien y hasta con helado de postre por un precio muy asequible.

Estadio de futbol y atlestimo de la UCM

Estadio de futbol y atlestimo de la UCM

El mercado nocturno de Chiang Mai

Algo que nos ha gustado mucho de Tailandia son sus mercados. Por la noche florecen mercados en las calles que quedan cortadas al trafico por los puestecillos donde puedes encontrar comida, mascotas, ropa, utensilios de cocina o cualquier cosa que se le pueda a uno pasar por la cabeza. En este sentido el mercado nocturno de Ching Mai nos decepcionó: la calle no queda cortada al tráfico y la gente se apelotona en las aceras para ver las paradas de souvenirs que aparecen por las calles. Solo un pequeño espacio está destinado a paraditas de comida. Este espacio está muy bien acondicionado y hay música en directo. Ideal para pasar un rato entretenido por la noche, la pega es que no es posible encontrar comida Tailandesa y que los precios son muy elevados. La mayoría de los clientes de este mercado son turistas.

Chiang Rai

La hermana pequeña de Chiang Mai, es algo menos turística y algo menos grande y nos quedaba de camino para dirigirnos a la frontera de Tailandia con Laos. La mayoría de atractivos turísticos de la ciudad se encuentran fuera de está así que muchos turistas hacen el viaje en un día desde Chiang Mai.

El templo blanco o Khon Run

Es lo más conocido de Chiang Rai y desde luego vale muhcísimo la pena dedicarle una visita. Se trata de un templo construido por un artista Tailandés que ha hecho de este un auténtico espectaculo. Todo el templo está recubierto en filigranas de yeso blanco con el perfil incrustado de espejos. El efecto que consigue es espectacular. Además, a diferencia de otros templos que hemos visto hasta ahora trata el tema del sufrimiento y el dolor de una manera muy explicita. La entrada al templo está custodiada por dos enormes guardianes monstruosos y un punete te conduce desde el sufrimiento y el dolor hasta el templo propiamente a medida que las esculturas se van suavizando y van cambiando el horror por la serenidad. El conjunto está muy bien conseguido y merece mucho la pena dedicarle una visita.

Posando en el templo blanco

Posando en el templo blanco

A la entrada del templo te espera un robot para darte la bienvenida

A la entrada del templo te espera un robot para darte la bienvenida

Más que un templo budista parece un parque de atraccaciones

Más que un templo budista parece un parque de atraccaciones

El templo Negro

En contraposición al templo blanco, se encuentra el templo negro o Bandam Museum, construido en madera de teca y bastante más macabro que el templo blanco. Todo este templo está decorado con pieles de animales, cráneos, huesos, elementos de caza y sillas y mobiliario construidos con cuernos o huesos y tapizados en pieles. Resulta también bastante curioso de ver. Solo hay que tener cuidado con la hora porque cierra al mediodia, con lo que si llegas cerca de las 12 quizás no valga la pena entrar aunque la entrada sea gratuita.

Entrada al templo negro

Entrada al templo negro

Excursión a Mae Salong

Es un palizón pero desde Chiang Rai ya que son unos 100km, pero Mae Salong es un pueblo de expatriados chinos que preserva su identidad. El pueblo está ubicado a lo largo de la carretera y este destaca por la cantidad de plantaciones de te que tiene a ambos lados. Parar la moto y pasear entre ellas es una gran opción! Además sin hacer ostentación el pueblo está lleno de detalles de la arquitectura china y se oyen algunas palabras de mandarín entre los habitantes.

Jugando en los campos de té

Jugando en los campos de té

No voy a cambiar mis planes por unos ‘Farang’

A la vuelta quisimos parar en una de sus casas de te y probar el te tailandés del cual aun no conocíamos su existencia. Ya que estabamos rodeados de campos de té nos decidimos a ello. Es un te hecho de hojas de Oulong, muy amargo. Paramos en un puestecito de carretera en el que más que ser los únicos turistas, eramos los únicos clientes. La dueña, que estaba con una amiga, después de servirnos, sacó dos micros y empezaron a cantar con un karaoke. Porqué deberian cambiar sus planes de tarde por unos clientes? Nos animaron la hora del té con sus canciones y con el espectáculo improvisado.

El mercado nocturno de Chiang Rai

Aunque de primeras pensábamos que nos encontraríamos otra vez con un mercado como el de Chiang Mai, detrás de los tenderetes de souvenirs para turistas y del bar con escenario donde comían también la gran mayoría de turistas, encontramos una pequeña plaza llena de puestos de comida, también con escenario y con mesas de camping. Esta zona si que estaba llena de tailandeses cenando y tomando sus copas. Terminamos cenando las dos noches en está plaza disfrutando del mercado, de la música en directo y de la vida nocturna tailandesa, viendo como amigos y famílias se reunian para cenar y para ventilarse botellas enteras de whisky.