Lo básico para vivir 3


Cuando estamos en nuestro hogar, con nuestras comodidas y nuestros hábitos ya creados es fácil pensar que el día que salgas ahí fuera tendrás las mismas comodidades que en casa. Cosas tan tontas y básicas que no valoramos y que “el viajar” te enseña a darle la importancia que se merece. Hemos hecho una pequeña lista de las cosas más básicas que tenemos en nuestra vida diaria y que en ocasiones, durante el viaje, no pudimos encontrar. Tenemos que ser agradecidos de poder disponer de ellas y aprender a valorarlas, ya que en muchos países, por diferentes motivos, no pueden disponer de recursos básicos.

1. Agua caliente y agua corriente

Muchos fueron los lugares que no disponían de agua caliente para darse una buena ducha después de un largo y cansado día. Si que es cierto que en los países que hacía más calor agradecíamos una ducha fresquita, pero cuando bajaban las temperaturas y no teníamos recursos para poder calentar agua, nos debatíamos entre ducharnos o no, por tal de no pasar frío. Durante el trekking de Nepal, por ejemplo, en más de una ocasión tuvimos que pedir que calentaran agua en la cocina para poder ducharnos. Ellos comprendían que no estábamos acostumbrados a esas temperaturas.

El agua corriente es otro recurso básico que en algunos lugares no pudimos encontrar con facilidad. Recurrrir al agua del pozo, y por tanto no potable, era la opción que teníamos. La poca agua que había se tenía que medir y en algunos lugares estaba tan contada que no éramos conscientes de la escasez de este recurso esencial.

2. Electricidad

Sí, tan simple como llegar a casa y poder encender la luz. En algunos lugares tan sólo tienen electricidad unas horas al día. Así que cuando íbamos a esos lugares que nos teníamos que organizar para poder cargar las baterías, el portátil, el móvil, encender el ventilador y cualquier cosa que necesitasemos.

Tampoco estábamos acostumbrados a que de repente se fuera la luz, pero eso sería algo que nos iríamos encontrando a menudo. Para ellos era tan natural como respirar. Algunos tenían generadores y los que no se lo podían permitir, simplemente esperaban.

3. Dormir en un colchón

Nos parece un lujo ahora, pero hemos llegado a dormir en infinidad de lugares, más o menos cómodos y la verdad es que cualquier lugar es bueno para dormir cuando uno está cansado. Eso sí, no tiene precio encontrar un buen colchón en el que poder descansar el cuerpo. En muchos países asiáticos la mayoría de las personas no tienen colchones en los que dormir o almenos no del grosor que los tenemos aquí, así que a pesar de que al principio fue un poco duro acostumbrar nuestro cuerpo a cualquier superfície, acabamos por ser uno más.

En un Homestay de Myanmar

En un Homestay de Myanmar

4. Lavar

“A la lavadora y punto” era el eslógan de la marca de detergente Puntomatic. Estando en Asia no encontramos lavadoras tan fácilmente así que lavar a mano se convirtió en una de nuestras tareas principales del día a día. En la mayoría de países hay tiendas que se dedican a lavar y planchar la ropa de los viajeros que pasan por allí, pero si queréis ahorrar un dinerillo existen lavadoras a monedas en la calle o bien “Laundry Service 24h” con secadoras. El ahorro es evidente y salva al viajero de un apuro.

Las siguientes comodidades o hábitos no son tan esenciales como los anteriores, pero nos asombraron al inicio del viaje:

5. Horarios

En nuestra sociedad estamos acostumbrados a tener unos horarios bien marcados. Sabemos a que hora pasará el autobús, el tren o el metro. Nos enfadaremos si ese transporte no pasa a la hora indicada y maldeciremos a todo el personal por el retraso. Viajando por Asia aprendimos a tener paciencia y esperar durante horas un transporte que llegaría cuando tocase. Lo sentimos, pero los horarios en la mayor parte del continente asiático NO EXISTEN. Como occidentales nos impacientaremos e iremos a preguntar frecuentemente por qué no llega el autobús. Ellos, sabiendo cómo somos, nos responderán cualquier cosa pero NUNCA será la verdad. Y no es que lo hagan a mala fe, es que ni ellos mismos lo saben. Nosotros quedaremos satisfechos por tener una respuesta y ellos porque los dejemos tranquilos.

6. Ir cogidos de la mano

Como pareja se nos hizo extraño al inicio del viaje no ir cogidos de la mano por la calle. Un gesto tan simple y cariñoso como ese no estaba bien visto en muchos países. Y aunque a veces teníamos ganas de rebelarnos a las gentes y tradiciones del país, siempre tuvimos algo presente: TÚ eres el invitado y deberás hacer todo lo posible para respetar sus tradiciones y maneras de vivir.

Qué opináis? Estaríais preparados para viajar a Asia? Simplemente hay que dejarse llevar, no tener miedo y saber que todo tiene solución. Hay que entender que no por tener menos se es infeliz y que en lo simple se encuentra la belleza y la tranquilidad.


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3 ideas sobre “Lo básico para vivir

  • Gilliam

    Waooo me ha encantado el post.. Cuanta razón tienes, yo en unos días voy por primera vez a Asia, y he I tentado leer sobre sus costumbres para poder adaptarme a ellas, siempre hay que viajar con conciencia y paciencia. Un saludo

    • Roser y Dani Autor

      ¡Hola! Muchas gracias por el comentario, nos hace mucha ilusión leerlo. La verdad es que aún nos hemos dejado más cosas en el tintero, así que lo podríamos incluir en otro post 🙂

      ¡Saludos y disfruta muchísimo de tu viaje!