Phnom Penh, nuestro hogar por un mes 5


Después de un largo tiempo viajando uno necesita sentir que estará en un mismo sitio quieto durante más de 2 noches, teníamos ganas de hacer un voluntariado largo y decidimos que Camboya sería el lugar. Enviamos solicitudes a mil sitios y ninguno nos contestó. Una vez cruzada la frontera entre Laos y Camboya ya nos habíamos hecho a la idea que ibamos a recorrer el país de ciudad en ciudad y hasta teníamos un pequeño planing. Pero al llegar al primer hotel del pueblo fronterizo BAM! Un mail de Ramón nos sorprendió y decidimos dejar nuestra ruta por Camboya para pasar 25 días ayudándolo con su negocio en Phnom Penh, la capital del país. Primero pasaríamos a ver el monumento nacional: los templos de Angkor.

Ramon es un holandés que vive en Camboya desde hace 5 años. Vino para visitar el país y hacer un voluntariado en el cine The Flicks y acabó comprando el negocio. Por 3’5$ puedes ver todas la películas de ese mismo día, así que si te pilla un domingo tonto haces el domingo allí. Así pues, The Flicks fue creciendo y un año después decidió ampliar el negocio abriendo otra sala en la ciudad, en el centro mochilero. Más tarde abrió una tercera sala, al lado del río, ambos forman parte de hostales de la ciudad. El tercer cine es independiente y no necesita de voluntarios pero el original, The Flicks 1 y The Flicks 2, sí que necesitan.

Gatos en nuestra casa en Phnom Penh

Gatos en nuestra casa en Phnom Penh

Así es como comenzamos a trabajar a cambio de alojamiento en su negocio. El Flicks 1 se encuentra en la zona “rica” de Phnom Penh, con tiendas de comida orgánica, supermercados con precios europeos y restaurantes algo más caros que en el centro.

Fue una experiencia muy diferente a la que hemos vivido en otros voluntariados. Significó volver a una vida occidental: mismas comodidades, casi misma comida y gente blanca. Por que claro, los camboyanos no van al cine. Phnom Penh es una de las ciudades del sudeste asiático, con lo que llaman, más “expatriados”, vaya gente que vive fuera de su país.

Compartimos esos días con 3 voluntarios más y tuvimos nuestras idas y venidas: la convivencia a veces no resulta ser ídilica. Aun así, el trabajo era sencillo y agradable y nos permitía tener mucho tiempo libre para dedicarlo a explorar la ciudad, crear nuevos proyectos y planificar los siguientes destinos. Nuestro trabajo consistía en vender los tickets, hacer las palomitas, vender las bebidas, mantener limpio el bar y sala, poner las películas… No muy estresante, vaya.

El palacio de Phnom Penh

El palacio de Phnom Penh

Nos permitió conocer personas encantadoras y experiencias, fueran contadas o a través de los documentales que se proyectaban, que en un país como este te dejan la boca abierta. La corrupción está a la orden del día, las violaciones a mujeres, la venta de virginidades, la deforestación masiva del país… Cuánto hemos aprendido de este país! Quizás demasiado.

Phnom Penh es una gran ciudad que alberga 1 millón 500 mil personas. Es una ciudad enorme, nueva porque los jemeres rojos la destruyeron y con una desigualdad económica evidente. La riqueza de los camboyanos se plasma en sus flamantes coches 4×4, sus ropas y sus iphones. Mientras ellos compran en tiendas a costo europeo, otro buscan en los desechos durante los días de fin de año, que es cuando no hay nadie por las calles porque todo el mundo abandona la ciudad. Niños desnudos se pasean por la ciudad, mujeres vendiendo protectores de flores para los automóviles, gente pidiendo en las calles. Un nivel de pobreza que no veíamos desde hacia meses.

Preparando el fin de Año en Phnom Penh

Preparando el fin de año en Phnom Penh

Y la basura? Phnom Penh es una ciudad llena de basura, por todos lados, bolsas y bolsas de acumulan. El mes de abril es el más caluroso del año y el calor y el mal olor de la basura no ayudan a salir y pasearse entre sus calles.

Phnom Penh es grande, muy miserable para unos y un lugar de riquezas y lujos para otros, es sucio pero nuevo. Phnom Penh no sabes que tiene que acaba atrapándote.

El palacio de Phnom Penh de noche

El palacio de Phnom Penh de noche


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5 ideas sobre “Phnom Penh, nuestro hogar por un mes

  • Luis

    Con estos ejemplos uno se convence de que por cada buen gobernante que hay, hay muchos malos. Y que dejar la economía que campe a sus anchas genera muchas desigualdades y crea castas de ricos y pobres enseguida.

    Un abrazo

  • M. José

    La experiencia del cine ha sido bonita y además habéis descansado. La desigualdad social por desgracia cada vez es más evidente, cuando debería ser lo contrario. Otra etapa que habéis vivido. Muchos besos