Da Nang se encuentra a 30 km de Hoi An, decidimos ir porque leímos que había unas montañas interesantes y que también la playa era muy bonita. Ninguna de las dos cosas nos convenció, quizás porque nos hizo mal día , quizás porque la ciudad no invita a quedarte (es la cuarta más poblada de Vietnam) pero sobre todo porque la experiencia de Couchsurfing que tuvimos fue la más incómoda hasta el momento.
Allí nos esperaba David, un belga que está viviendo desde hace 2 años en Vietnam, y trabaja en la universidad de Da Nang como investigador. Está casado con una vietnamita y esperan un bebé. Llegamos a la ciudad y después de andar largo rato buscando su casa, dimos con ellos. Al abrirnos la verja no se presentó (ya sabemos que eres David pero almenos un “hola, soy fulanito, encantado”). Él estaba en su hora de comer y corrió a la mesa antes de que pudiéramos entrar a la casa, para seguir comiendo. Al entrar nos encontramos a una mujer sentada en el suelo, con una barrigota de embarazada, pelando patatas. Roser le pregunta a David “es tu mujer?” y él responde con un ademán. Le doy la mano a Quyen y me presento. Ella no tiene cara de muchos amigos, eso de tener gente que no conoce parece que no le gusta mucho. Aún así, dejamos las cosas en mitad del comedor y él sigue comiendo, pan con mermelada. Nosotros viendo que no nos pregunta un “Qué tal el viaje? Habéis encontrado bien el camino?” ni saca ningún tema de conversación, empezamos a sacar temas de conversación, mientras miramos como come. Preguntas que se contestan con monosílabos y la conversación muere a los 10 minutos de haber llegado. Qué estará pasando? Nos preguntamos.
Él habla perfectamente vietnamita y así se comunica con su esposa, pero la incomodidad más grande llega cuando se ponen a hablar entre ellos y nosotros nos quedamos con cara de idiotas y una sonrisa que dice “intégrame, ¡por dios!”. Esperas a que te haga la traducción de aquello tan gracioso que ha dicho ella, pero eso nunca llega. Así que decididimos huir de su casa. A ellos les parece estupendo, y nos dan una llave. Y sin saber en que parte de la ciudad nos encontramos, echamos a andar.
No sabemos en que parte de la casa dormiremos, ni si quieren compartir un rato con nosotros, no sabemos qué visitar en la ciudad… Les habíamos dicho que estaríamos 2 noches, pero nos negamos a estar en un ambiente tan incómodo.
Marble Mountains
Estas montañas se ecnuentran a unos 5Km del centro de la ciudad. Alquilamos una moto para ir a verlas porque todos nos insistieron en que se encontraban a unos 20Km, pero si no seguramente hubiesemos obtado por unas bicicletas o por el bus número 2 que te deja en la misma puerta.
Puerta en unas montañas? Sí, en la puerta. Las Marble mountains (montañas de mármol) son uno de los grandes atractivos del país y como tal, está muy adaptado. Se puede subir por una escalera hasta lo más alto de la montaña donde nos esperan varias pagodas y varias cuevas reconvertidas en templos budistas. Las cuevas nos gustaron bastante y las vistas que se tienen desde arriba son espectaculares, a pesar de los nublado que estaba. Por desgracia, las vistas desde la montaña deja ver la gran cantidad de edificios y resorts en construcción que están apareciendo en primera línea de playa.
La entrada a las montañas cuesta 15.000 dongs y te da acceso a la que llaman Montaña de Agua y a 4 de sus cuevas. Si quieres entrar a la cueva más grande te vuelven a cobrar la entrada. No es una entrada distinta, sino la misma. Tiene el mismo precio y el ticket es una copia exacta del que ya tienes. Como nos dijo el guardia: “Same, same, but you have to pay again” (Lo mismo, lo mismo pero teneis que pagar otra vez).
La playa de Da Nang
Da Nang es famosa por su playa que se extiende a lo largo de varios kilómetros y por su puente con forma de dragón. El puente del dragón es bastante curioso, sobre todo de noche cuando lo iluminan
y va cambiando de color. La playa en cambio no tiene nada de especial. Las hamacas, los vendedores y la gran cantidad de resorts que están apareciendo la convierten, a nuestro entender, en una playa más. Quizás si hubiésemos tenido buen tiempo, hubieramos podido disfrutar más de la playa o de Da Nang, nunca se sabe.
Vaya situación desagradable, bueno uno también se acuerda de estos tragos. Todo parece muy civilizado.
Gente esaboria hay en todas partes por lo visto, pero además con mala educación. En fin si te he visto no me acuerdo. Besazos
Que gente tan desaborida” ojalá tengáis mas suerte de aquí en adelante chicos??
??guapísima la Roser con el buda!!!!
Gracias guapa! 😀