Gwangju (pronunciado Kuanju) es un destino que, como nos decian los coreanos y extranjeros viviendo en Seúl, no tiene nada. Y no les faltaba razón. Pero queríamos algo que no fuera sólo Seúl o Busan, las dos ciudades más conocidas de Corea. Así que vimos que Gwangju tiene un bonito parque nacional muy cerca y Donghkwan nos podía acoger. Blanco y en botella.
Ya es Navidad en Gwangju
No sólo en Gwangju, en Corea tienen una obsesión por los calcetines irracional
Donghkwan es un coreano que dejó sus estudios en la universidad debido a la gran presión que recibía y a lo poco que eso le gustaba, se mudó a Gwangju para dar clases de repaso y vive mejor que un rey. Cobra 50€ por hora, trabaja por las tardes y acoge a extranjeros como nosotros para estar entretenido. Los que no viven tan bien son sus alumnos: adolescentes entregados, por obligación, al estudio durante 14 horas al día. Muchos de ellos comen, duermen y estudian en la residencia justo al lado del mismo instituto. En Corea no vale ser bueno, has de ser el mejor, y ello implica, como hablábamos en el anterior post, que muchos de estos jóvenes acaben con sus vidas antes de los previsto. Donghkwan supo pararlo a tiempo y decidió que eso NO era lo que él quería, se bajó de ese tren de la muerte y decidió por si mismo, llevar un estilo de vida totalmente diferente,y poco aceptado, del resto de su sociedad. Por suerte, cuenta con el apoyo de su familia, imprescindible allí.
Él mismo no podía creer que hacíamos nosotros por esas tierras en la que nada hay, y le dijimos que habíamos oído hablar de un bonito (y gratuito) parque nacional: el de Medeunsang. Él lo conocía y nos llevó en su coche, así que echamos la mañana, y parte de la tarde, caminando por allí.
Entrada al Parque Nacional de Medeusang
Nos vamos de excursión
Medeusang está a 10km del centro de Gwangju, y a pesar de que la ciudad tiene muy pocos atractivos, recomendamos mucho la visita la parque. Como hemos dicho es gratuito, y es que en la mayoría de parques nacionals de Corea (y tiene muchos) estos son de pago, así que no desaproveches la oportunidad. Medeunsang es conocido por sus formaciones rocosas de origen neolítico, una imagen preciosa e increíble. Hicimos una ruta circular llegando a varios miradores. El día no nos acompañába y los primeros pináculos los vimos a través de grandes nubes de niebla. No esperábamos encontrarnos ese tipo de paisaje en Corea: campos al más puro estilo norte de Europa. Los colores tan vivos del otoño coreano, muy parecido al japonés, nos atraparon y acabamos la excursión en el parque atravesando riachuelos y encontrando a pajarillos típicos de la zona.
El tiempo no acompañó mucho
Pináculos de la época el Neolítico
Valió la pena ir a ese parque, sólo con esos colores tan bonitos ya lo merece
Totalmente, los colores otoñales en Corea son preciosos 🙂