Parece difícil hablar de desierto al lado de la playa, igual que parece absurdo hablar de desierto en un país con un clima tropical, pero eso es exactamente lo que ofrece Mui Ne. En este pueblo costero, conocido por el windsurf, hay una gran extensión de desierto que tiene, según dicen, arena de 18 colores distintos. Nosotros llegamos a ver 3 como mucho, en las dunas que estaban abiertas al público.
En Mui Ne por desgracia tuvimos también el primer choque con esa personalidad agresiva de algunos vietnamitas de las que nos habían advertido, incluso la propia Bu, nuestra anfitriona en Saigón. Nunca son cosas graves, ni siquiera discusiones, es simplemente la manera que tienen de hablar a la gente. A parte de la insitencia del “Buy me something” (comprame algo) gritado a cada paso como si estuvieras en la obligación de comprar cualquier cosa que te ofrezcan.
Las dunas de Mui Ne
Visitamos dos sistemas de dunas en Mui Ne: las dunas blancas y las rojas. Las rojas se encuentran a pie de carretera a las afueras del pueblo. Allí podréis ver a niños jugando y gente deslizándose por la arena con unos plásticos en el culo y si no veis a la gente disfrutando, las vendedoras a pie de carretera te recordarán, incluso antes de que llegues, que puedes pasártelo en grande con un plástico.
Las dunas blancas están algo más lejos, a unos 20 Km. Hay que pagar una entrada de 15.000 Dongs (0,60€) por persona para entrar. Las dunas son bastante chulas y desde ellas se puede ver un oasis grande que hay al pie, con árboles y un lago. En estas dunas es posible alquilar quads o todo-terrenos. En algunos puntos la explotación que hace Vietnam de los sitios llega a extremos incluso incómodos. Y es que en las dunas blancas, es posible hacerse fotos montado en avestruz según te anuncian al entrar al recinto…
El pueblo de Mui Ne
A parte de la calle donde nos alojamos, que es una calle que da directa a la playa y donde no hay un centímetro que no esté ocupado por un hotel o resort, el pueblo de Mui Ne es un pueblo pesquero de calles estrechas y casas bajas, con encanto. Si el calor lo permite, un paseo entre sus calles es bastante entretenido. Aunque al ver la playa y a los vietnamitas descargando gambas, se nos pasaron todas las ganas de darnos un baño o de comer pescado (el marisco ya estaba descartado porque no nos gusta mucho).
Al aparcar la moto en el mercado de Mui Ne descubrimos otra de las típicas frases de Vietnam: “Give me Money!” (¡Dame dinero!). Un hombre en el parking del mercado nos pedía 5.000 Dongs por aparcar la moto. Viendo que nadie más le pagaba, le dijimos que no y el hombre se fue tan pancho, como si nunca nos hubiese pedido el dinero.
A parte de esto, Mui Ne no da más de sí, así que exprimimos el día y medio que estuvmos. Aquí tenéis un video-resumen. ¡Disfrutadlo!
Que bonitas las dunas y que contrastes de colores, se ve muy bonita esa zona. La playa con las barquitas también muy bonita. La gente que insistente, en fin…. Besos
Desde luego, el caracter vietamita a veces difícil de digerir.
Peculiares estos vietnamitas, pero veo que vosotros sois mas duros de pelar que ellos. Se nota la experiencia adquirida. Por cierto en el pueblo pesquero más que barcas, parecen bañeras de Port Aventura.
Un abrazo.
Jajaja desde luego, muy curiosas esas barcas.
Yo ahí solo veo calor, calor y más calor XDDDD
Un saludo pareja!
Jajaja desde luego, el calor se puede transmitir desde las fotos. Por suerte en Vietnam encontramos un clima super variado, así que no nos ahogamos de calor durante todo el mes.
Me lo apunto para nunca perderme por allí… o al menos de día jajaja
Y..que son esas palanganas ..en el agua?