Dejábamos Phnom Penh de camino a Ho Chi Minh en Vietnam con un autobús que nos llevaba directamente a la ciudad. Era la primera vez que cruzábamos una frontera sin ir por nuestra cuenta y la verdad es que todo fue muy sencillo, igual porque al llevarlo todo atado evitamos tener que discutirnos por los precios o por los autobuses en la frontera. También fue la primera vez que tuvimos que pasar nuestro equipaje por un detector de rayos X como en los aeropuertos.
Después de todos los trámites fronterizos nos dirigimos a casa de nuestros anfitriones en Saigón: Bu y Min Ho, ella vietamita y él koreano, que se conocieron haciendo couchsurfing. Viven en un barrio algo alejado del centro y nos llevamos una enorme sorpresa al ver el bloque de lujo en el que viven. Con un bar y piscina dentro del recinto del bloque de pisos. Lo mejor, sin embargo, fue la bienvenida que nos dieron. Pasamos con ellos unos días muy agradables, aprendiendo y charlando como si nos conociésemos de toda la vida.
Los túneles Cu Chi
Aprovechando que estábamos en Saigón empleamos nuestro primer día en la ciudad para acercarnos a los túneles de Cu Chi. Una red de túneles de más de 250Km construida a 3 niveles distintos de profundidad que el Vietcom (los soldados nord-vietnamitas) emplearon para luchar contra el ejercito de Vietnam del Sud y los americanos.
Los tuneles son muy estrechos y algo agobiantes, pero aún hoy es imposible ver muchas de las entradas de estos tuneles si no las señala el guía. Incluso en un caso nos fue muy difícil encontrarla después de haber salido por ella.
En el caso concreto de Cu Chi los túneles servían de algo más que de lugar de batalla. Eran también un refugio que permitía a los vietnamitas pasar hasta 3 meses bajo tierra sin recibir provisiones, aunque creemos que igual el guía exageró un poco este tiempo porque se lo pensó mucho. Las fotos muestran como sobre estos túneles la debastación era absoluta. Un desierto yermo debido a los bombardeos químicos.
Ho Chi Min y el museo de la guerra
De vuelta a Ho Chi Min (el actual nombre de Saigón) aprovechamos nuestros otros días para pasear por la ciudad y ver alguno de sus puntos más destacados entre los que se encuentra una catedral llamada de Notre Dame, aunque no se parece mucho a la de Paris, y la oficina de correos característica por su aire europeo.
Lo que se puede apreciar es que Saigón es una ciudad de tráfico ordenado, para lo que es Asia, con grandes parques y calles anchas. Además tiene un buen servicio de transporte público interno. En general, la primera impresión es que estás en un país occidental.
Nuestra última visita fue para el museo de la guerra del Vietnam. Este museo tiene una colección de fotos extraordinarias que relata el antes y el después de la guerra. Hay fotos desde el momento de la declaración de independencia de Ho Chi Min (el líder político, no la ciudad), hasta la devastación del agente naranja arrojado por los americanos, pasando por el colonialismo francés y las duras imágenes de la guerra. Es un buen testimonio de los horrores que vivió Vietnam y por extensión los países vecinos.
Ciertamente, pasa por un pais occidental. En cuanto a la guerra, siempre pasa lo mismo, llega un momento en que todo vale.
Cuantas cosas malas ocurren en las guerras. Conociendo a gente amable es mas fácil viajar. Se aprende mucho. Lo de los túneles que impresionante. Muchos besos
Uooo un Dani-Diglet salvaje apareció! jijijijiij 😉
La sensación dentro de esos túneles. ..tiene que ser indescriptible. ?