Udaipur, ciudad del arte 5


Tras 21 horas de tren llegamos a Udaipur, con la grata compañía de una familia india que se sentó delante nuestro durante el trayecto. Una familia llena de coraje, con una niña de 6 años que desde hace 1 puede andar y que habiendo recorrido todos los hospitales del norte de la India, sólo en Udaipur, a 19 horas en tren de su casa, pudieron encontrar la solución. Una familia que nos ofreció su casa en varias ocasiones y que nos pidió que les llamasemos desde Barcelona. A los que les enseñamos fotografías de nuestras familias y de nuestra ciudad. Después de estos tiernos momentos, tuvimos que volver al mundo real y buscarnos un hostal en esta nueva ciudad. Esto nos llevó 2 horas! No sabiamos que era tan cara. Los hoteles eran todos nuevos y super limpios, pero los precios desorbitantes. Finalmente dimos de casualidad con el hostal en el que más agusto hemos estado. Nos recibía Viki, un joven indio que cogió un gran aprecio por Dani ( 😉 ) Gracias a eso conseguimos un muy buen precio.

Roser en el city Palace de Udaipur

Roser en el city Palace de Udaipur

El ambiente en el hostal era muy agradable, con una terraza donde tuvimos ocasión de conocer a varios de los huéspedes y en la que aprendimos un montón de cosas de cada uno de ellos y de Vicky. Gracias a un turista catalán descubrimos el “Queen’s Cafe”, un restaurante muy bien de precio llevado por una família muy agradable y que cocinaba muy bien, aunque a Dani el arroz de gengíbre no le gustó, le encantarón el resto de los platos. Además, el curry no era excesivamente picante.

Dani en un Ghat del lago Pichola

Dani en un Ghat del lago Pichola

Udaipur es conocida por ser la ciudad de los palacios o la ciudad blanca, aquí parece que les gusta poner nombres de colores a las ciudades. El principal palacio perteneció, y de hecho pertenece, a la segunda família con el apellido más longevo del mundo, eso creemos recordar. El palacio es bonito de ver y se puede decir que vale la pena. Además el mismo día que fuimos coincidió que estaban montando una fiesta para gente super VIP y pudimos ver como preparaban las decoraciones. El resto de palacios de la ciudad no pueden ser visitados porque la gran mayoría han sido reconvertidos a hoteles de lujo.

Fiesta VIP y vistas de Udaipur

Fiesta VIP y vistas de Udaipur

Sin embargo, lo que quizás nos ha gustado más de la ciudad son sus dos lagos y el fuerte contraste con las otras ciudades de la India que hemos visitado hasta ahora. La gente de la ciudad tiene una gran conciencia acerca de la limpieza de las calles y eso se nota.

Roser frente al Fateh Sagar

Roser frente al Fateh Sagar

El lago Pichola y el lago Fateh son las dos grandes atracciones de la ciudad. El primero esta junto al palacio de Udaipur y es donde se alojan la gran mayoría de turistas extranjeros. Vale la pena pasar unas horas en alguno de los Ghats o cerca de este lago para ver el atardecer. Nosotros tuvimos la ocasión de hacerlo 2 días y fueron muy agradables. La salida del sol no llegamos a verla ningún día porque preferímos poder descansar y coger fuerzas para el resto del día 🙂

Puesta de sol junto al lago

Puesta de sol junto al lago

El otro lago, el Fateh es totalmente distinto. Mucho más tranquilo, sin turistas y con una especie de paseo marítimo que rodea el lago al más puro estilo Palamós, con la arquitectura y tiendas Indias por supuesto. De todas maneras vale la pena alejarse del “ajetreo” de la zona turística para descubrir esta parte de Udaipur.

El resto de los días que hemos pasado en esta ciudad los usamos para pasear tranquilamente por sus calles menos turísticas, ver algun templo y acercarnos a Chittorgah, el que dicen es el fuerte más grande del Rajastan.

Al fondo templos dentro de la fortaleza de Chittorgah

Al fondo templos dentro de la fortaleza de Chittorgah

La verdad es que el fuerte es enorme y tiene multitud de templos que ver en su interior. Además de templos hay palacios, torres en commemoracion de victorias bélicas y una gran cantidad de edificios. Incluso hay un museo que no pudimos ver porque resulta que ese día era festivo. De los días que pasamos en Udaipur quizás hubo solo uno en que no vimos ningún festival, celebración o espectáculo en la calle. Los indios parecen tomarse muy en serio esto de las festividades.

Roser en uno de los palacios del fuerte de Chittorgah

Roser en uno de los palacios del fuerte de Chittorgah

El fuerte de Chittorgah ofrece además unas bonitas vistas de la ciudad pero no es en absoluto el concepto occidental que tenemos de fuerte. Se trata más bien de un complejo palaciego y espiritual amurallado. Aún así, por la experiencia que tuvimos recomendaríamos ir en una excursión de ida y vuelta en el día desde Udaipur u otra ciudad en lugar de hacer noche allí. En está opinión coincidimos también con un chico que conocimos en el hostal y que hizo noche en la ciudad de Chittorgah bajo el fuerte.

Palacio reconvertido a hotel de lujo

Palacio reconvertido a hotel de lujo.

Al final, hemos pasado unos días muy agradables en Udaipur, disfrutando tanto de sus palacios como de su gastronomía y de sus dos lagos. Nos llevamos una muy buena impresión de la ciudad, más que por los monumentos que tiene porque es una ciudad ideal para bajar el ritmo y disfrutar de sus rincones.

Por qué la ciudad del arte?

En el primer paseo que dimos por las callejuelas de Udaipur, encontramos a muchos estudiantes de arte pintando diferentes escenas. Así como muchísimas escuelas de arte y dibujo. Las paredes de las casa están llenas de dibujos del antiguo Maraha de la ciudad. En definitiva, una ciudad donde se respira talento.

Pared del lago Pichola decorada

Pared del lago Pichola decorada


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