Hemos estado más de un año fuera de casa, en concreto 14 meses y os lo hemos contado todo en este blog. Durante este año hemos pasado muchas cosas, hemos vivido muchas cosas. Hemos hecho muchas cosas nuevas y en otras que ya habíamos hecho hemos batido records inimaginables. Os contamos algunas de ellas.
Nuestro viaje más largo
El más evidente, no? Nos hemos pasado 14 meses viajando, que se dice pronto, pero ha sido una experiencia que difícilmente olvidaremos y que nos ha cambiado profundamente.
La habitación más sucia en la que hemos dormido
Tenía números de que eso pasase en este viaje. Sobre todo porque no habíamos salido nunca de la que era nuestra zona de confort. Para saciar vuestra curiosidad os diremos que fue en Sonauli, la frontera de Nepal con India. Llegamos de noche (a las 18h ya era de noche), sin posibilidad de seguir y con un sólo “hotel” en el pueblo. El resultado una habitación digna de historia de terror y nosotros contentísimos de cargar con nosotros el saco sábana.
La comida más barata
Las comida en Myanmar se lleva la palma, pero aún y así el record se lo queda Puerto Princesa (en Filipinas) donde una de las noches conseguimos cenar los dos por lo que al cambio es menos de 1€.
El transporte más largo
Os lo contamos en este mismo blog: fue en Indonesia. Nos pasamos 76 horas en un bus para ir de Yakarta a Yogyakarta. Fue bastante duro y de lejos la vez que más tiempo nos pasamos en un mismo transporte. Muy por delante de las 24 horas para ir de Labuan Bajo (Indonesia) hasta Lombok (Indonesia también) o las 29 horas para llegar desde Rishikesh (India) hasta Pokara (Nepal)
Nuestro primer abordaje
Suena dramático, y lo fue. Nunca habíamos saltado de un barco a otro y nos tocó hacerlo en Indonesia. Al llegar a Puerto en Sumbawa el barco no atracó en el muelle sino en otro barco, pensábamos que debíamos esperar algo concreto, pero cuando vimos que los indonesios abordaban al otro barco entre el vaivén de las olas para llegar a puerto entendimos que no nos quedaba otra. No había pasarela, ni se trataba de barquitas sino de auténticos ferrys. Así que tocó saltar.
La comida más rara que hemos probada
Insectos? Pues no, lo más raro que hemos probado fueron los huevos negros, extremadamente famosos en Myanmar y Vietnam. Se trata de huevos que entierran durante varios días/semanas hasta que están en su punto. Personalmente no nos gustaron nada!
La comida más picante que recordamos
Dani:
Un curry verde en Tailandia. Estaba muy bueno, pero en el momento lo pase muy mal con los mocos colgando, lágrimas en los ojos, un calor increíble y la cara más roja que un tomate. Eso sí, me terminé el curry. Tampoco se queda atrás el sambal Indonesio, una salsa de chillis y ajos. Me engañaron para probarlo un par de veces con la excusa que entre islas cambia el sabor, pero por mucho que cambie pica igual.
Número de vuelos
No queríamos coger muchos vuelos e intentamos desplazarnos siempre por tierra, pero a veces esto era posible. Al final tomamos 15 vuelos, que detallamos a continuación.
- Barcelona – Turquía
- Turquía – India
- India – Tailandia
- Tailandia – Tailandia
- Vietnam – Filipinas
- Filipinas – Filipinas
- Filipinas – Indonesia
- Indonesia – Malasia (nos enteramos demasiado tarde de que teníamos un ferry al alcance de la mano para cruzar la frontera)
- Malasia – Malasia (vuelo a Borneo)
- Malasia – Malasia (vuelta de Borneo)
- Tailandia – Hong Kong
- Hong Kong -Tokyo
- Osaka – Seoul
- Seoul – Polonia
- Roma – Barcelona
La peor frontera
Quizás nos quedaríamos con la frontera terrestre entre Laos y Camboya. La corrupción supone una lucha constante a cada paso que das en esta frontera. Ya empezó oliendo mal cuando el conductor que nos llevó en tuk-tuk a la frontera dijo que nos dejaba a 1 km porque si no tendría que pagar sobornos. A partir de ahí uno pasa por una serie de duros trámites en los que intenta pagar lo menos posible, sólo para llegar al otro lado. En el lado Camboyano no hay nada en muchos Km y si llegas pronto aún puedes negociar el precio de los transportes, pero como llegues con la masa de turistas olvídate de ello. Suerte que somos madrugadores.
El peor aeropuerto
No hemos estado en malos aeropuertos, aunque quizás el de Palembang (Sumatra) sea del que peor recuerdo guardamos. Fuimos a pasar la noche al aeropuerto porque nuestro vuelo salía muy temprano al día siguiente y descubrimos, demasiado tarde que el aeropuerto cierra por las noches. No nos quedó más remedio que dormir en una esquina en el suelo lo que pudimos hasta que el aeropuerto abrió por la mañana.
Aún así, resulta curioso también el aeropuerto de Kota Kinabalu en el Borneo Malayo donde no hay baños una vez pasado el control de seguridad.
El país que más nos impactó
Que no es el que más nos gustó, aunque los dos nos fuimos con muchísimas ganas de volver, pero fue la India. Era nuestro primer país del continente Asiático, con permiso de Turquía, y nos llevamos una buena bofetada. Bofetada en modo de vida, convicciones, creencias, estándares… La India es un país que no deja a nadie indiferente, y si es la primera vez que sales de Europa mucho menos.
Los mejores desayunos/meriendas
Imposible decidirse por un claro ganador, aunque las casas de té de Myanmar y el Roti Canai de Malasia son, sin duda, los dos grandes finalistas. El primero por sus dulces y el segundo porque este plato típico de Malasia pega en casi cualquier comida y está delicioso acompañado de un té Tarik.
Seguro que nos dejamos un montón de cosas en el tintero, pero en un año pueden pasar muchas cosas y muchas de ellas ya han ido apareciendo en el blog a lo largo de todo este tiempo. Al final, lo importante es guardar esos momentos y sonreír al recordarlos.
Suerte de la sábana, el que no haya lavabo en el aeropuerto me parece fatal, los dulces de Myanmar tienen una pinta de ser deliciosos.
La India tiene mucho contraste con tanto ruido y gente.
En fin deciros que yo también parece que haya estado en esos países a través de vuestro blog he aprendido mucho.
Besos